60.739 espectadores y el fútbol femenino
El 17 de marzo de 2019 el FC Barcelona derrotaba al Atlético de Madrid ante 60.739 espectadores en el Wanda Metropolitano. Presumiblemente, datos normales para un partido de fútbol en España, sin embargo, esta vez eran 22 mujeres las que saltaban al terreno de juego madrileño. Gracias a estas cifras, la afición colchonera conseguía así el récord mundial de aforo en un partido a nivel de clubes. Esto permitió que el fútbol femenino comenzara a consolidarse en el panorama deportivo español, afianzando esta posición tras el Mundial de Francia de ese verano. Pero, ¿qué ha pasado estos últimos doce meses? ¿Ha progresado el fútbol femenino?
60.739 espectadores y el fútbol femenino
La cantidad de personas que acudieron al Wanda Metropolitano aquel domingo de marzo solo son cifras. Cifras que mostraban a través de pruebas tangibles que el fútbol femenino español estaba avanzando a pasos agigantados. Las licencias federativas se han ido multiplicando temporada tras temporada, pero aún quedan lejos los números de las grandes potencias como Francia y Alemania. Lo más importante de todo, es que estas 22 mujeres que saltaban al verde aún no eran consideradas profesionales, por lo que todavía quedaba un largo camino por recorrer. Pero no adelantemos acontecimientos.
El 18 de mayo de 2019 es otra fecha marcada en el calendario histórico del fútbol femenino. Por primera vez, un equipo español disputaba la final de la Womens Champions League. A pesar de la derrota por 4-1 frente al todopoderoso Olympique de Lyon, el FC Barcelona demostró lo bien que se estaban haciendo las cosas en España. Las azulgranas venían cosechando participaciones muy memorables en la competición europea por excelencia y en el 2019 recogió sus frutos: primera eliminatoria de semifinales y la primera gran final en suelo húngaro ante más de 20.000 aficionados. Se podría decir que esta final sería el preludio de lo que ocurriría más tarde.
Un Mundial para la historia
Después de situar al fútbol español en los escalones más altos del panorama europeo, las internacionales azulgranas junto al resto de sus compañeras viajaron a Francia dispuestas a asaltar el ranking mundial. Tras comenzar con incertidumbre la fase de grupos, la Selección consiguió meterse por primera vez en su historia en unos octavos de final de un Mundial. Estados Unidos, vigente campeona mundial, sería nuestro verdugo.
A pesar de caer derrotada por la mínima ante la selección americana, nuestras jugadoras conseguían vencer en los corazones de todo el país. El 24 de junio, 1.320.000 espectadores, lo que significaba un 12,8% de share (18% en los minutos finales), estuvieron pegados en las pantallas de sus televisores observando como la Selección conseguía plantar cara, de nuevo, a una potencia mundial. Las de Jorge Vilda cosecharon un gran papel en su segunda participación en la competición mundialista. Esto permitió el crecimiento del fútbol femenino, sobre todo, en lo referido al protagonismo en los medios de comunicación. Cerraban así, por tanto, una de las mejores temporadas del fútbol femenino español.
El Real Madrid y ¿el fútbol femenino?
El verano de 2019 supondría un nuevo golpe mediático en el panorama futbolístico. Un día después de la eliminación española del Mundial, el Real Madrid comunicaba a través de sus cuentas oficiales que absorbería al recién ascendido Club Deportivo Tacón con efecto del 1 de julio de 2020. Esto iba a generar un boom en los medios de comunicación españoles y en la afición blanca. Sin embargo, no todo iba a ser tan bonito. El fútbol ya se sabe de sobra que es un deporte, sin embargo, el concepto como producto económico le está comiendo cada vez más el terreno. Algo que nunca había pasado en el fútbol femenino, caracterizado por la humildad y la deportividad, comenzaba a fraguarse con este anuncio.
La mayoría de la plantilla del CD Tacón fue sustituida por grandes fichajes de talla mundial. Las suecas Sofia Jakobsson y Kosovare Asllani encabezaban una lista de refuerzos internacionales a los que se sumaban otros como la francesa Kaci, procedente del conjunto colchonero, o las brasileñas Thaisa y Daiane. Todas estas incorporaciones vendrían a sumar al fútbol español, a aportar calidad y renombre a la Primera Iberdrola. Pero fue y es muy cuestionado, ya que el potencial económico del conjunto blanco podría hacer tambalear las bases y los valores en los que siempre se ha sustentado el fútbol femenino español. Además del CD Tacón, el Atlético de Madrid también fichó a la nombrada mejor portera del pasado mundial, Sari Van Veenendaal, y el FC Barcelona incorporó a la noruega Graham Hansen.
No sin mis derechos
Con muchas caras nuevas comenzaba una nueva edición de la Primera Iberdrola en septiembre de 2019. Una temporada marcada desde el principio por la incertidumbre acerca de la firma del primer convenio colectivo del fútbol femenino. Fueron tal las discrepancias entre los órganos encargados: asociaciones, Federación, jugadoras; que la liga tuvo que parar para decir ¡basta! El fin de semana del 16 y 17 de noviembre las futbolistas organizaron una huelga que impidió la disputa de la jornada 9 del campeonato liguero. Tras esta fecha, se sucederían una serie de tiras y aflojas entre los organismos involucrados que se prolongó hasta febrero de este año. Por fin y tras numerosas reuniones, el 18 de febrero de 2020 se consolidó el primer convenio de fútbol femenino que reúne los derechos mínimos para las únicas protagonistas de la contienda: las jugadoras profesionales de fútbol.
Mientras federación y asociaciones discrepaban entorno al acuerdo, dos equipos nos mostraban lo verdaderamente importante. En octubre de 2019, se disputaba el derbi vasco en el Reale Arena ante 28.367 espectadores, superando la cifra anterior en más de 7.000 aficionados. Al igual que su vecino, el Athletic Club ha vuelto a demostrar su implicación por acercar a sus futbolistas a los mejores escenarios. El 5 de enero, 32.068 personas acudieron a San Mamés para presenciar el duelo frente al conjunto azulgrana, cosechando la mayor entrada en la máxima competición femenina esta temporada. Además, las leonas consiguieron también el pase a las semifinales de la Copa de la Reina ante casi 11.000 espectadores el miércoles 26 de febrero frente al CD Tacón.
Sumando primeras veces coperas
Cabe mencionar también la apertura de puertas del Estadio de Riazor el 12 de febrero a 7.569 personas. Estas pudieron observar como el equipo revelación de la temporada, el Deportivo Abanca, derrotaba con un contundente 7-2 al Valencia en su primera participación copera. Mismo estadio que el pasado 4 de octubre vio cómo se superaba el récord de asistencia a un partido de la Selección. 10.444 espectadores disfrutaron del España-Azerbaiyán superando los 9.182 espectadores que acogieron en el Rico Pérez el España-Estados Unidos meses antes.
El pasado mes de febrero también se sumó una primera vez, ya que se celebró la Supercopa de España femenina en Salamanca. Real Sociedad, Levante, Atlético de Madrid y FC Barcelona celebraron durante una semana en la ciudad salmantina una auténtica fiesta del fútbol femenino. El conjunto azulgrana venció contundentemente a la Real Sociedad en la final para proclamarse campeón del torneo. Gracias a acercar estas competiciones a ciudades donde normalmente no se disputan partidos de primer nivel, casi 20.000 personas pudieron disfrutar de las mejores futbolistas de nuestro territorio.
La Selección referente ya está aquí
Y si todo trata de sumar, el último acontecimiento vaya si lo ha hecho. A principios de marzo, España viajaba a Estados Unidos dispuesta a traerse una maleta llena de nuevas experiencias. La Selección fue invitada al prestigioso torneo amistoso SheBelieves Cup. Japón, Inglaterra y la anfitriona serían sus rivales. Tras vencer a las niponas y a las inglesas, quedando segundas en el torneo, España volvió a demostrar ser una más que consolidada potencia. A pesar de caer derrotada por la mínima frente a EEUU, las españolas dominaron el control del juego y la posesión del cuero durante gran parte de la contienda. De esta forma, ofrecieron en terreno estadounidense una carta de presentación exquisita para postularse como un referente mundial.
A la historia del fútbol femenino español aún le quedan muchos capítulos por cerrar. A finales del mes de marzo, retrasado ahora por el Covid19, se tendría que disputar la eliminatoria de cuartos de final de la Women Champions League. Por primera vez, dos equipos españoles se hacían hueco en las rondas finales de la competición europea. Por cosas del azar, el Atlético de Madrid y el FC Barcelona quedaron enfrentados en el sorteo que se celebró el pasado mes de noviembre. Sin embargo, tendremos que esperar para la gran cita europea debido a la situación actual que afecta al mundo. Una eliminatoria que asegura el acceso a las semifinales a un conjunto español y que permite colocar un escalón más en nuestro deporte rey.
Y ahora, ¿qué?
Desde aquel 17 de marzo de 2019 se han sucedido gran cantidad de acontecimientos que han ayudado a hacer este deporte algo más grande. Aquel domingo fue un punto de inflexión que sirvió para dar un golpe sobre la mesa y demostrar que el fútbol femenino llegaba para quedarse. El crecimiento mediático y la mejora de las condiciones tanto de las futbolistas como de sus clubes permiten continuamente un progreso en la calidad de las deportistas y el éxito de la competición.
Tras unos meses de tiras y aflojas, la firma del primer convenio junto al reconocimiento de los equipos españoles y la Selección a nivel europeo y mundial, solo pueden ir encaminados hacia una dirección: consolidar nuestro fútbol en el pódium mundial. Entendiblemente, en las próximas temporadas el crecimiento no será tan exponencial como en los últimos años, ya que la cima y el reconocimiento merecido cada vez está más cerca. De momento, nos conformaremos con la próxima cita a nivel de selecciones para seguir disfrutando de esta evolución: la Eurocopa de 2021.
Foto de portada: @AtletiFemenino