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La Real Sociedad aprueba por primera vez en Ipurua

Este partido aplazado de la jornada 24 por la mala calidad del aire se celebró a puerta cerrada en Ipurúa, a las 20 horas, enfrentando a dos equipos gipuzcuanos, la Sociedad Deportiva Eibar y la Real Sociedad. Los visitantes lograron el triunfo 1-2 en un choque un tanto soso en el que hubo tres penaltis.

SD Eibar 1–2 Real Sociedad

El pitido inicial retumbaba más de lo normal en el municipal de Ipurua. Se escuchaban los gritos de los jugadores, entrenadores, cuerpo técnico, el sonido del balón cada vez que los jugadores lo golpeaban, etc. LaLiga decidió que el partido se jugara a puerta cerrada, siendo el primero de esta jornada sin aficionados.

Oyarzabal marcando el penalti. Fuente: Real Sociedad.

Los locales, el conjunto dirigido por José Luis Mendilíbar, se colocaban en el verde con un 1-4-2-3-1, realizando un juego vertical para intentar hacer daño a los donostiarras, que se colocaban con un 1-4-4-2, buscando, como de costumbre, hacerse con la posesión desde el principio del encuentro.

Tras haber competido, y bien competido, en el Camp Nou, Imanol Alguacil había realizado cambios en su once. Pocos instantes después del pitido arbitral, la primera posesión larga de la Real podía haber sido el primer gol para los visitantes.

La Real buscaba su primera victoria en primera división en Ipurua

Llevando la pelota de banda a banda, el cuero le caía a Januzaj, que recibía en banda derecha, amagaba con el disparo y ponía un buen balón en profundidad para William José, que cruzaba el balón demasiado y se iba por la línea de cal.

Pasado el minuto 10, el Eibar comenzaba a tocar y ganaba las segundas jugadas, por lo que se afianzaba en el partido y encerraba a su rival en su campo. Los extremos del conjunto eibarrés, Fabián Orellana y Takashi Inui, recibían al espacio, pero Joseba Zaldúa no dejaba respirar al Nipón, impidiendo el giro y el control fácil.

En el 15’ llegaría el gol de la Real Sociedad. William José abría a la banda derecha para el belga Januzaj, que recortaba para su pierna buena y su disparo golpeaba en la mano de Bigas. El colegiado señaló penalti. El encargado de transformarlo fue Mikel Oyarzabal, con sangre fría. 100% de acierto en la pena máxima para el vasco, nueve de nueve. 0-1 en el electrónico.

El gol cortó el crecimiento del Eibar en el partido

Sin Odegaard en el césped, la Real empleaba un fútbol más directo, saltando líneas de pase. En el 27′, de nuevo, el colegiado señaló pena máxima, esta vez a favor del conjunto local. Kike  cabeceaba el balón y este golpeaba en la mano de Igor Zubeldia. Orellana golpeó el cuero con su interior de la bota diestra pero el arquero blanquiazul, Álex Remiro, despejaba, evitando el gol.

Tras ello, el partido se descontrolaba, pero la Real continuaba dominando. Con pelota, los pupilos de Imanol Alguacil jugaban con un 1-4-1-4-1, que sin pelota se convertía en un 1-4-3-3. Tras una primera parte sin muchas ocasiones claras, el Eibar imponía una marchita más en la segunda mitad. Se animaban los azulgranas en el 51’ con un disparo flojo del japones Inui que atrapaba fácilmente Remiro.

La segunda mitad se caracterizó por el poco juego en el centro del campo, muchas imprecisiones y diversas faltas. El buen posicionamiento defensivo de la Real impedía muchas de las llegadas del Eibar, y en caso de llegar, todo centro y disparo eran rechazados por la zaga visitante. Con la entrada del brasileño Charles, el Eibar pasaba a jugar con un 1-4-4-2.

La Champions, una realidad para los txuri-urdin

La Real Sociedad buscaba la velocidad de sus delanteros, William José, Portu y Oyarzabal, el mejor de los donostiarras en la segunda mitad, cuerpeando y ganando en velocidad constantemente a su defensor, Rober Correa.

En el 74’ llegaba el segundo gol de los visitantes. Tras una serie de desmarques para arrastrar a la zaga local, Portu ponía un balón en profundidad a William José, que, de primeras, remataba con pierna diestra. El balón pasaba por debajo de las piernas del guardameta y tocaba la red. 0-2 en el electrónico.

La Real Sociedad no estaba haciendo su mejor partido, pero demostraba por qué es uno de los mejores equipos de la liga, jugando con oficio y eficacia.

En el 88’ el colegiado señaló, de nuevo, pena máxima a favor del Eibar. Según su interpretación, Joseba Zaldúa puso el codo en el cuello de Quique, con un leve contacto. Charles era el encargado de transformarlo y, con pierna diestra, ponía el 1-2 en el marcador.

El conjunto eibarrés se iba arriba buscando el empate en los últimos instantes del partido, pero una vez cumplidos los 90 minutos, el colegiado Menié Jiménez pitaba el final del partido, con tres puntos que dejan a la Real Sociedad en Champions y al Eibar a tan solo dos puntos del descenso.

Foto portada: Twitter Real Sociedad

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