El Mirandés se apunta a otra épica en Copa
Miranda de Ebro volvió a vivir otra noche épica tras un partidazo del CD Mirandés ante un Sevilla apagado que nunca entró en el encuentro. Al final, 3-1 para los de casa.
CD Mirandés 3-1 Sevilla FC
El Mirandés no se anduvo con miramientos. Desde el primer minuto tenía claro que quería salir a ahogar al Sevilla y así lo hizo, obteniendo muy pronto recompensa por ello. En el minuto 6, Matheus Aias recibía un pase en el corazón del área y se valía de un buen movimiento para revolverse y quedarse de cara a portería y hacer el 1-0.
Este golpe despertó al Sevilla y dio un paso adelante, partiendo del control del balón y siendo más incisivos en campo rival. De esta manera, Banega tendría el empate en sus botas. El medio argentino cazaba, solo, un balón en el segundo palo que golpeaba fuerte con la puntera, pero se marchaba escorado por la izquierda de la portería defendida por Limones.
Ambos equipos comenzaron a anularse mutuamente
A partir de entonces, Mirandés y Sevilla mantuvieron a raya al otro equipo durante varios minutos. Pero volvió a aparecer Matheus Aias. Banega le entregaba por error un balón en el centro del campo. El brasileño regateó al argentino y, con cierta distancia a portería, se sacó un disparo que, tras rebotar en Gudelj, se colaba en la portería defendida por Vaclík.
El gol no amedrentó ni a unos ni a otros
Lejos de venirse abajo, el Sevilla no cambió su forma de jugar y siguió buscando el gol que le acercara al pase. Pero los que más cerca estuvieron de ver puerta fueron los locales. Merquelanz primero y, otra vez, Matheus Aias, después, hicieron sacar a la luz la mejor versión de Vaclík por partida doble con un disparo desde fuera del área el primero y un taconazo el segundo. Con estos dos lances se cerraba una primera parte muy entretenida en Anduva.
La segunda parte, no trae cambios de guion
El Sevilla estaba atascado y Lopetegui lo sabía. Esto empujó al técnico vasco a realizar los tres cambios en el entretiempo, de los cuales solo Ocampos fue algo más determinante. El extremo argentino se mostró eléctrico por la banda y muy implicado e incisivo para buscar desatascar el ataque sevillista. Pero los andaluces seguían sin mostrarse cómodos y el Mirandés, sin prisa alguna, aguardaba hasta la pérdida sevillista.
En uno de los ataques que montaron, Diego Carlos cometía un error que provocaba un penalti en contra. Álvaro Peña lo ejecutaba, pero Vaclík lo paraba manteniendo vivo al Sevilla. Minutos después era el portero local quien se encargaba de salvar a los suyos con una gran acción de reflejos a disparo de Ocampos.
Cuando el partido se acercaba al final y el Sevilla apretaba, pero no ahogaba, el Mirandés sentenciaba el partido en el 84 con una contra que empezaba, comandaba y finalizaba Álvaro Rey. Para cerrar el encuentro, Nolito recortaba distancias con un gol que no sirvió de nada por el minuto en el que llegó.
Foto de portada: CD Mirandés
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