Cantera por bandera, futbolistas salidos de la Atalanta (II)
Continuamos con nuestro pequeño homenaje a la Atalanta. Un equipo que hizo historia llegando a Cuartos de final de Champions League, y cayendo eliminado ante el PSG de un Neymar desatado. Se fueron con la cabeza alta, siendo fieles a un proyecto y luchando hasta el último suspiro. Pero la temporada sigue siendo un total éxito, al igual que durante años lo ha sido su cantera.
Cantera por bandera (II)
En el primero de estos dos artículos hablamos sobre jugadores históricos que fueron fruto del trabajo en las categorías inferiores de la Dea, en estas líneas haremos lo propio con jugadores que aún están en activo. Todos jugadores de Serie A. Un once sin lugar a dudas bastante competitivo, puesto que dejamos fuera, llamémoslo en el banquillo, a jugadores como Marco Sportiello, Daniele Baselli, Alberto Grassi, Simone Zaza o un mito del Calcio como Giampolo Pazzini.
PORTERO
Andrea Consigli
De sobra conocido el meta actual del Sassuolo. Sus inicios como profesional fueron cedido en Sambenedettese y Rimini, donde rápidamente adquirió el status de portero prometedor. En 2008 volvió a la Atalanta para quedarse, defendiendo durante ocho años su portería. En 2011 celebraría el ascenso a Serie A como uno de los héroes de la Dea, y después sería clave para el afianzamiento en la máxima categoría. Más de 200 partidos después, se despidió para fichar por un Sassuolo con un proyecto ambicioso, tanto, que en la temporada 2016-17 jugaría Europa League por primera vez en su historia. A sus 33 años es uno de los porteros más seguros de la categoría, y especialista en parar penaltis.
LATERAL DERECHO
Andrea Conti
Tras destacar en todas las categorías inferiores de la Atalanta, y dos cesiones en Perugia y Virtus Lanciano, volvió para una temporada de adaptación. En la 2016-17 llega Gasperini y el cambio de esquema le abre las puertas de la titularidad como carrilero. Rápido y sumamente vertical, anotó ocho goles y repartió cuatro asistencias, siendo clave en una gran temporada que les llevó a clasificar a Europa League. Al término de esta, el Milan no desaprovechó la oportunidad y se lo llevó por 24 millones. El club rossonero sigue siendo su club a día de hoy, pero su estancia ha estado marcada por las lesiones y nunca ha llegado al nivel esperado. Se rompió el ligamento cruzado nada más llegar, lo que le ha causado problemas de rodilla bastante recurrentes. A sus 26 años, y si el Milan logra que se recupere del todo, tiene tiempo de sobra para hacer grandes cosas.
CENTRALES
Mattia Caldara
El único que juega en la Atalanta a día de hoy. Al igual que Conti, pasó por todas las inferiores, y tras dos cesiones, en Trapani y Cesena, Gasperini decidió contar con él al coger las riendas del club. Su impacto fue prácticamente inmediato. Su primera vuelta fue tan buena que en invierno la Juventus desembolsó 19 millones por un jugador que había jugado sólo 11 partidos desde Septiembre, aunque le dejaron cedido hasta final de temporada. No tuvo la oportunidad de debutar con la Vecchia Signora, pues fue usado como moneda de cambio en la vuelta de Bonucci, y acabó recalando en un Milan donde las lesiones se cebaron con él. Sólo pudo jugar dos partidos en año y medio como rossonero. Cuando su futuro parecía truncado, volvió a aparecer Gasperini en su vida. El pasado enero regresó a la Dea en una cesión hasta 2021 con opción de compra. Los comienzos fueron duros, pero acabó recuperando una versión bastante buena, siendo clave en la consecución del tercer puesto en la Serie A y en llegar a octavos en Champions. A veces lo mejor, es no salir de casa.
Alessandro Bastoni
Cómo sería la proyección de Bastoni que el Inter gastó 31 millones en ficharlo cuando no había jugado más que tres partidos como profesional. Había pasado por todos los escalones de la cantera de la Atalanta, y había logrado llegar al primer equipo. El club de Milán lo dejó cedido por dos temporadas, aunque el no ser titular en la primera acabó haciendo que cancelaran la cesión y lo mandaran al Parma a coger experiencia. Tras una temporada exitosa donde mostró muy buenas cualidades, volvió al Inter. La apuesta de Conte en él fue total. A sus 20 años lo convirtió en el eje principal de la defensa de tres centrales, condenando al ostracismo durante casi toda la temporada a un mito del fútbol como es Diego Godín. Su clase, su salida saneada, su superioridad en los duelos. Bastoni ha sido una de las grandes revelaciones del Calcio esta temporada, clave en el segundo puesto en Serie A y finalista de la Europa League ante en Sevilla. Futuro.
LATERAL IZQUIERDO
Davide Zappacosta
Una pequeña trampa, puesto que prácticamente la totalidad de su carrera ha sido por la banda derecha. Llegó al filial de la Atalanta con 19 años tras destacar en Cuarta División. Tras poco tiempo en el filial, recala de forma temporal en el Avellino, club en el que jugaría tres temporadas y celebraría un ascenso a Serie B. En 2014 Colatuono decide contar con él y se asienta como lateral titular de la Dea, en una temporada donde se salvaron in extremis. En 2015 el Torino lo incorpora por poco más de 4 millones, y allí desplegaría su mejor fútbol, siendo siempre un pulmón en ataque. Dos años después, el Chelsea de Antonio Conte llega a un acuerdo para llevárselo por 25 millones. Nunca pudo asentarse en los Blues como titular, pero aun así pudo celebrar una FA Cup y una UEFA Europa League. Como mantenía su buen cartel en Italia, la Roma acordó una cesión para la temporada 2019/20, pero se rompió el ligamento cruzado de la rodilla nada más llegar. Pudo jugar 9 partidos gracias a que la temporada se alargó debido a la Pandemia, pero su futuro en el club romano es una incógnita.
CENTROCAMPISTAS
Franck Kessié
En enero de 2015 los ojeadores de la Atalanta captaron en el Stella Club D’Adjamé de Costa de Marfil a un chico de 19 años con cualidades suficientes como para generar beneficio. Por 1,5 millones, tras medio año de cesión, Kessié llegó en propiedad al Primavera. La temporada siguiente iría cedido al Cesena, con quién logró un sexto puesto en Serie B y disputó unos playoffs de ascenso en los que brillaría el Pescara. En 2017 la Dea había perdido a Cigarini y De Roon, y el recién llegado Gasperini le otorgó los mandos. Su temporada fue total. Brilló como box-to-box y demostró un liderazgo sorprendente en un debutante en la Serie A. Su gran año no pasó inadvertido, recaló en un Milan que desembolsó 32 millones y en donde sigue a día de hoy. Ha sido en esta, su tercera temporada y de la mano de Pioli, cuando hemos vuelto a ver al Kessié de la Dea. Todocampista, trabajador, líder y siempre presente. Si este Milan quiere volver a ser competitivo, Kessié marca el camino.
Giacomo Bonaventura
Desde niño en las filas de la Atalanta, hasta llegar al primer equipo, previo paso por Pergolettese y Padova. Volvió en 2010 y se fue en 2014 siendo un ídolo absoluto. Enamoró al Calcio en su primera temporada, donde sus 9 goles fueron capitales para lograr el ascenso a Serie A. El éxito y las permanencias de después, también llevan su nombre. Se fue a 40 kilómetros de Bérgamo, a Milán, por 5,3 millones. En el peor momento del Milan, Jack siempre dio la cara. Su versatilidad le hizo rendir como medio, como interior, como mediapunta y como extremo. Siempre dio la talla y se dejó la piel en un equipo que, en seis temporadas en las que fue rossonero, no estuvo a su altura demasiadas veces. Esta campaña anunció su despedida y ha quedado libre de contrato. Tiene 30 años y es un caramelo en el mercado.
Roberto Gagliardini
Otras de las grandes perlas de Gasperini, que movió cielo y tierra para evitar que el club se deshiciese de él. Cuando llegó, Gagliardini llevaba más de cuatro meses parado por lesión. Canterano de principio a fin, pasó por todas las categorías inferiores de la Atalanta. Después, cesiones en Cesena, Spezia y Vicenza. De la mano del ya histórico técnico de la Dea, en 2016 formó una dupla con Kessié que maravilló a todo el fútbol italiano. El resultado fue acabar recalando en enero en el Inter de Milán, donde sigue a día de hoy. Un impacto tan fuerte que con poco más de 20 partidos como profesional, acabó debutando con la selección italiana. Pese a ser titular en el Inter, siempre dio la sensación de no llegar al nivel esperado. Se pide más en un club tan exigente. Pero llegó Conte, y volvió su mejor versión. Trabajador, llegador, con tempo, con calidad. Pieza importante en este exitoso Inter, que con la final de la Europa League ante el Sevilla, puede sumar su primer título en 9 años. Carisma.
ATACANTES
Musa Barrow
Primer gambiano de la historia en jugar en la Serie A. A sus 19 añitos la Atalanta lo incorporó al Primavera tras destacar en el Banjul Hawks de su país natal. Dos temporadas sensacionales con el segundo equipo le llevaron hasta lo más alto del club, a las órdenes de Gasperini. Prácticamente siempre como revulsivo, pero tras una primera temporada de adaptación, se convierte en un habitual en las rotaciones en la temporada 2018-19. Una punta de velocidad bestial, buena lectura de los partidos y muchísimo talento. El pasado enero, el Bologna se hace con sus servicios, con una opción de compra de 13 millones que fue ejecutada a final de curso. Sus seis meses en el club disiparon cualquier atisbo de duda. Mihajlovic lo movió de la delantera al extremo izquierdo y encontró una mina de oro. 18 partidos con los rossoblú y 9 goles y 3 asistencias para lograr una salvación que se esperaba bastante menos cómoda. 21 añitos y todo el futuro por delante. Musa Barrow, recuerden el nombre.
Dejan Kulusevski
Un ejemplo claro de lo que ha construido Percassi con la cantera de la Atalanta. Llegado del IF Brommapojkarna de la segunda división sueca, ha dejado en las arcas de la Dea 35 millones (Mas 10 variables) en un salto que le llevó el pasado enero a la Juventus, jugando tan sólo 3 partidos con el primer equipo. Eso sí, el valor está en los tres años que pasó en el filial, aprendiendo y creciendo. Destacó fuerte con las inferiores, participando en 43 goles en 55 partidos con el equipo Primavera, tras romperla con los juveniles. Debutó en Serie A en 2019, de la mano de Gasperini y acabó cedido en el Parma para la temporada 2019-20. Sin duda alguna ha sido la revelación del torneo. 10 goles y 9 asistencias. Jugando desde dentro o partiendo como extremo, siendo asociativo, siendo vertical y sobretodo, con una zurda que es un auténtico guante. A principios de esta temporada, demasiada gente igual ni conocía su nombre, pero la Juventus no ficha a un cualquiera con Dejan Kulusevski. Tampoco fichan a un jugador que necesita minutos. Fichan a un chaval que puede tener impacto desde el día uno. Ilusión.
Manolo Gabbiadini
Pasó por todas las inferiores de la Dea, pero antes de llegar al primer equipo pasó por un Cittadella que se encontraba en Serie B. Ya en 2011 el club de Bérgamo le recupera, y tras una temporada difícil donde logran un más que meritorio undécimo puesto, recala en la Juventus por 11 millones. Aunque no llegará a debutar con el club de Turín, porque se irá cedido primero a Bologna y al acabar la temporada, ficharía por la Sampdoria básicamente por el mismo dinero que invirtió la Juve en él. Su estilo desgarbado, su zurda precisa y su sacrificio le llevaron a dar el salto en 2015, recalando en el Napoli de Rafa Benítez.
En su primera temporada firmaría 8 goles en Serie A, siendo el tercer máximo goleador tras Higuaín y Callejón. En su siguiente temporada, la que sería histórica para el Pipita, se quedó sin oportunidades, lo que le llevó a probar la Premier League con el Southampton. Le costó coger el ritmo del torneo en su primera temporada, pese a dejar buenos goles, y acabó regresando a la Sampdoria en Enero de 2019. Allí sigue a día de hoy. Sus 11 goles esta temporada han significado la salvación, y su estilo desgarbado encaja como anillo al dedo en Génova. Los delanteros viven del gol, pero Manolo tiene otras dotes. ¿La prueba? Ha dejado buen recuerdo allí por donde ha pasado.
Foto de portada: @Atalanta_BC