CrónicasInternacionalSerie A

La Atalanta de Percassi. En 10 años de Serie B a Cuartos de UCL

Es el equipo de moda en Italia y está en boca de todos los amantes del fútbol europeo. Es el equipo más ofensivo de las grandes ligas y uno de los que despliega el fútbol más atractivo. Un equipo que pasa por el mejor momento de su historia, rompiendo récords y haciendo soñar a todos los que aprecian las historias donde el pequeño triunfa en un mundo de gigantes. La Atalanta de Gian Piero Gasperini es todo eso, y mucho más.

La Atalanta de Percassi

A diferencia de otras gestas, que podrían considerarse una sorpresa, este es un proyecto diseñado para estar donde está. Con paciencia, pasito a pasito, sin adelantarse a los acontecimientos. Es el modelo que implantó su presidente, Antonio Percassi, cuando volvió al club bergamasco hace ya 10 años.

En ese tiempo la Dea ha pasado de ser un equipo del segundo nivel profesional de Italia, a ser cuartofinalista de Champions League, donde le espera el PSG, un proyecto radicalmente opuesto al suyo. 10 años. 10 temporadas hasta el éxito.

El regreso más ambicioso

Percassi había sido presidente de la Dea en los 90’s, pero su paso fue discreto y no funcionó. En 2010, con el equipo recién descendido a Serie B, decidió que era el momento de volver al club de sus amores, donde antes de ser el empresario que es hoy (presidente de KIKO o responsable de las redes de venta en Italia de marcas como Gucci, Nike, Victoria’s Secret o LEGO) llegó a ser futbolista, allá por los años 70.

Su método sería tratar a la Atalanta como una gran empresa. Buen marketing y con apuestas que dan ganancias y crecimiento en el futuro, con base en la buenísima cantera que representa la Dea. Sin derroches. Funcionó.

Antonio Percassi, presidente de la Atalanta. | Foto: @Atalanta_BC

Temporada 2010/11

Volver a la máxima categoría era prioridad absoluta. Para ello el primer movimiento fue contratar a Stefano Colantuono, técnico que ya les había llevado a Serie A en 2007, y que la temporada anterior se había quedado a las puertas del ascenso con el Torino, perdiendo la final de los playoffs ante el Brescia.

El segundo movimiento fue rejuvenecer al equipo. Carlos Carmona, Migjen Basha y Magnus Troest fueron algunos de los refuerzos. Ninguno superaba los 23 años. Además, volvió de cesión un Giacomo Bonaventura que firmó 9 goles, se hizo indiscutible y comenzó la historia que le acabaría convirtiendo en mito.

Todos ellos junto a nombres de sobra conocidos, como Consigli, Federico Peluso, Padoin, Barreto o la magia del veteranísimo Cristiano Doni. Sumado a los 14 goles de Simone Tiribocchi acabaron con el título de campeones de Serie B. Vuelta a lo más alto.

Temporada 2011/12

No todo serían sonrisas con su regreso a Serie A. El escándalo de las apuestas salpicaría al Calcio, llevando a la Dea a comenzar la temporada con -6 puntos y a que su capitán, Cristiano Doni, fuese duramente sancionado con más de tres años de inhabilitación. A esto hay que sumar la fuga de talentos como Barreto (Palermo) o Padoin (Juventus).

Pero aquí los de Percassi no fallaron. Se recuperó a canteranos como Manolo Gabbiadini, Marco Sportiello y Luca Cigarini, y se fichó a Maxi Moralez, Andrea Masiello o Germán Denis. Jugadores que acabarían llevando al club a algunos de sus mayores éxitos en el futuro.

16 goles del “tanque” Denis llevaron a la Atalanta no sólo a la permanencia, sino a un cómodo décimo segundo lugar a final de temporada.

Temporada 2012/13

No sería tan buena como la anterior, pero el club finalizaría en un 15º lugar con el que se sentirían afianzados en la categoría. Bonaventura enamoraría al fútbol italiano, y Denis perforó hasta 15 veces las redes.

Gabbiadini y Peluso se unirían a la Juventus y Ezequiel Schelotto acabaría en el Inter.  Por otro lado, la cantera seguía siendo mimada por Percassi. Sportiello, Zappacosta o Baselli se irían en busca de minutos.

El «tanque» Denis celebrando uno de sus 56 goles con la Dea. | Foto @Atalanta_BC

Temporada 2013/14

El equipo confía en Colantuono y se mantiene prácticamente la totalidad del bloque. El Cigarini-Bonaventura-Moralez significaba dominio. Había llegado Yepes de Milán para dar experiencia, había vuelto otro canterano como Danielle Baselli, y el “tanque” Denis seguía haciendo goles. Quedaron en undécimo lugar. Todo a pedir de boca.

Conti, Gagliardini y Caldara ascendieron al primer equipo y se marcharon cedidos.

Temporada 2014/15

Todo un golpe de realidad. Colantuono tuvo que ser cesado en marzo y Edoardo Reja se hace con las riendas. El equipo se salvaría tras un partido de desempate ante el Cagliari, gracias a un tanto de un Mauricio Pinilla que había llegado en el mercado invernal.

Costó superar la marcha de Consigli al Sassuolo y el enorme hueco que dejó Bonaventura con su fichaje por el Milan. En un año tan complicado es difícil sacar algo positivo, pero ese año fue el año en el que el Papu Gómez llegó procedente del Metalist. Un tipo que cinco años después será una auténtica leyenda de la Atalanta.

Temporada 2015/16

Tras varios años mimando la cantera, esta empieza a ser clave. No sólo por todos los jugadores válidos para el club, sino porque al ser fructífera, llenan las arcas con ventas y encuentran un sustituto en casa. Baselli, Grassi y Zappacosta dejarían más de 18 millones de euros esa temporada, por ejemplo.

Pero no se podía sufrir otra vez, así que Percassi refuerza la defensa y el medio con Rafael Tolói, Remo Freuler, Marten De Roon, Djimsiti y Kurtic. Los cuatro primeros siguen siendo titulares a día de hoy. Llegaron también Alessandro Diamanti y Marco Borriello, dos mitos del Calcio para aportar experiencia.

Quedaron en décimo tercer lugar, volvieron a sentirse afianzados en la máxima categoría y tuvieron casi 15 millones de euros de beneficio. Ese era el camino a seguir.

Temporada 2016/17

El año que cambió todo. Percassi convenció a Gian Piero Gasperini para que se hiciese con las riendas del equipo. Tiempo, jóvenes y un proyecto a largo plazo fueron las claves. Era un win-win.

Se instaura el sistema de tres centrales con carrileros y llega Berisha para la portería. Las bajas de De Roon y Cigarini se suplen con Kessié y Gagliardini, sacados de la cantera.

Todo funciona desde el primer momento. La irrupción de los jóvenes y el estilo marcado de Gasperini los llevan a ser la revelación de la temporada. Spinazzola hizo la campaña de su vida, el Papu participó en 27 goles, y Caldara y Gagliardini acaban fichando por Juventus e Inter tras sólo media temporada como titulares en Serie A. Casi 30 millones de beneficio en entradas y salidas. Y el equipo sólo mejoró.

Sabiendo que el éxito llevaría a salidas, en invierno llegan Bryan Cristante, Hans Hateboer o Gianluca Mancini, y Alessandro Bastoni sube del Primavera. El equipo queda en un espectacular cuarto lugar, lo cual llevaba a la Europa League. Jugarían competición europea por primera vez en 26 años.

Caldara frente a un joven Milinkovic-Savic. | Foto @Atalanta_BC

Temporada 2017/18

Era una temporada importante. La que marcaría el rumbo de la Atalanta, tocaba demostrar que ese cuarto lugar no era flor de un día.

Conti, Kessié, Bastoni o D’Alessandro abandonarían el club en el mercado. Lejos de amilanarse, Percassi fichó lo que pedía Gasperini. Gente que se adaptara al instante al esquema.

Volvió De Roon tras un año en el Middlesbrough y llegaron Castagne, un Josip Ilicic que parecía haber perdido todo su talento, José Luis Palomino o Robin Gosens, entre otros.

Jugar UEL pasó factura. Pasarían como líderes en un grupo que compartían con Everton o Lyon, pero en dieciseisavos el BVB los apearía de la competición.

La Dea fue séptima en Serie A, con otro balance de casi 30 millones a su favor. Fútbol atractivo, directo, sin miedo. Los éxitos no llegarían ese año, pero demostraron ser fieles a un estilo y a un técnico.

Temporada 2018/19

Sin competiciones europeas (eliminados en la previa de UEL por el Copenhague) se podían concentrar en Serie A. El sueño imposible era llegar a los puestos que daban acceso a la Champions League.

Gasperini sacrificó a Petagna, mandándolo a la SPAL, y retrasó la posición del Papu, para darle la delantera al fichaje estrella de esa temporada, Duván Zapata. El encargado de echar el cerrojo en la portería sería Gollini, y llegaba Pasalic con un perfil más bien bajo tras una temporada decepcionante en Milán. La Dea de Gasperini ya era una realidad.

Zapata, Ilicic y el Papu firmaron 53 goles. Entre los tres hicieron más goles que Torino, Bologna, Udinese, SPAL, Parma, Cagliari, Fiorentina, Genoa, Empoli, Frosinone o Chievo. Y sí, la Atalanta fue el club más goleador de la temporada. Superando por siete goles a la Juventus campeona.

Quedaron terceros. Clasificaron por primera vez en su historia a la Champions League. Decían que en Italia no se podía jugar bonito o que era liga de pocos goles, ellos rompieron todos los registros.

El Papu Gómez ya es leyenda. | Foto @Atalanta_BC

Temporada 2019/20

Fantasía. La Atalanta tiene el fútbol más atractivo de Europa. Quedaron terceros el año en que una Pandemia paró el mundo. Se convirtieron en el equipo más goleador del siglo en la Serie A. Con 98 goles sólo el Bayern marcó más que ellos en las grandes ligas. Atacar por bandera. El fútbol necesitaba un equipo así en el Calcio, y mira que el Napoli de Sarri estuvo cerca, pero no llegó a esto.

Han hecho cosas como endosarle un 5-0 al Milan, 0-7 al Torino, 7-1 al Udinese o 2-7 al Lecce. Y se quedaron a 5 puntos del liderato.

Muriel llegó tras fracasar en Sevilla y se ha convertido en el revulsivo soñado por todos los equipos del mundo, marcando 18 goles. Malinosvkyi llegó siendo el jugador más anárquico de Italia y en menos de un año Gasperini ha sacado a un jugón de él que puede marcar una época.

El Papu ha repartido 16 asistencias, Gosens siendo carrilero ha marcado 9 goles, Zapata celebró 18 veces, Ilicic 15 y Pasalic 8. Ahí marca todo el mundo. Porque se juega para eso.

Y eso es sólo hablando de Serie A. Porque en Champions League rozaron el ridículo. Empezaron perdiendo sus tres primeros partidos de la fase de grupos y empatando el cuarto. Pero reaccionaron a tiempo. Lograron clasificar. Y en octavos llegó un Valencia que les subestimó y acabaron destrozándolos sin piedad alguna. En Cuartos espera el PSG de Neymar, Mbappé, Icardi, Thiago Silva y compañía. Porque la Dea ya puede codearse con ellos.

Equipo de autor

La Atalanta es un equipo de autor. La paciencia ha llevado a este proyecto a lo más alto. Confianza en una cantera llena de jóvenes que juegan sabiendo que la puerta del primer equipo siempre está abierta. Confianza en un entrenador que se ha pasado el juego. Que potencia a todo aquel jugador que pasa por su esquema, que ficha barato y saca petróleo de todos. Confianza en un estilo agresivo, directo, ofensivo y completamente absurdo para lo que estamos acostumbrados. Porque no se relajan ganando de seis goles, siempre quieren el séptimo. Y eso les ha costado puntos, pero les da igual. Porque viven en un sueño que ya es realidad, está en su ADN.

Pueden hacer historia ganando al PSG y pisar las semifinales del torneo de clubes más importante del mundo. Pueden jugar como siempre y que les metan ocho goles y se vayan a casa eliminados. Y daría igual. Porque ya son historia de la Atalanta, han llegado más arriba que nadie antes de ellos, y la Dea está orgullosa de sus pupilos. De un presidente visionario y de un técnico que ha logrado crear un equipo que será recordado siempre. Grazie, Gian Piero.

Foto de portada: @Atalanta_BC