El Bayern se alza con su quinta orejona
El Bayern de Múnich y el Borussia Dortmund se veían las caras en un clásico alemán algo más especial de lo normal, en la final de la Champions League 2012-2013 disputada en un gran escenario como lo es siempre Wembley. Un encuentro en el que los de Heynckes, a pesar de ser superiores, se toparon con un gran planteamiento de los de Klopp.
Borussia Dortmund 1-2 Bayern
Le costó entrar al partido al Bayern, la presión impuesta por Klopp tuvo sus frutos y los de Heynckes fallaron en esa salida del balón en el primer tramo del choque. De hecho, los primeros grandes acercamientos fuero por parte del conjunto de la ciudad de Dortmund. Primero fue Lewandowski, con un disparo lejano que se envenenó y obligó a Neuer a intervenir. Posteriormente, tras un gran centro de Reus por el costado derecho, en un disparo de Błaszczykowski que puso a prueba los reflejos del meta alemán pudo llegar el primero.
El primer gran acercamiento del Bayern no llegó hasta el minuto 25. Mario Mandzukic aprovechó un gran centro que le pusieron desde el flanco izquierdo, se elevó perfectamente, pero su remate lo llegó a palmear Weidenfeller e impactar en el travesaño.
Poco después, Robben desaprovechó una gran oportunidad, ya que, en un mano a mano con el meta alemán, disparó prácticamente al muñeco. Al filo del descanso, tras una serie de rebotes, el cuero le cayó en las botas a Robben, pero de nuevo, el holandés se topó con el meta alemán que le impidió adelantar a su equipo antes de irse a los vestuarios.
Gran acción para abrir la lata
Recién cumplido el primer cuarto de juego de la segunda mitad, llegó el tanto que abrió la lata. Ribéry filtró un gran balón al área que lo aprovechó Robben deshaciéndose muy bien del meta alemán y poniendo el balón a bocajarro y a puerta a vacía a Mandzukic. Así, el delantero croata adelantó a los de Heynckes en el marcador.
En el 68’, cuando Marco Reus se adentraba hacia el corazón del área, en una acción absurda por parte de Dante, el colegiado, Nicola Rizzoli no dudó ni lo más mínimo en señalar el lanzamiento desde el punto fatídico. İlkay Gündoğan asumió toda la responsabilidad y no falló desde los once metros para volver a poner el choque en tablas.
Sin ninguna duda, una de las ocasiones más claras de este segundo tiempo la protagonizó Subotic. En el 70’, en una mala salida de Weidenfeller, Müller aprovechó para deshacerse de él y disparar a puerta vacía, pero una gran acción defensiva del serbio lo evitó.
El héroe de la quinta
Prácticamente a falta de un minuto para llegar al tiempo reglamentario, cuando parecía que se iba a llegar a la prórroga, un balón en largo de Boateng, que la bajó muy bien Ribéry e hizo un gran hueco en el área, lo aprovechó con mucha astucia Robben y no falló en el mano a mano. De esta manera, el holandés, puso el último y decisivo gol del encuentro.
Gracias a este agónico tanto de Arjen Robben en el tramo final del choque, el Gigante de Baviera logró alzarse con su quinta quinta Champions. Además, consiguió su segundo título de la temporada después de ganar la Bundesliga y a la espera de enfrentarse, precisamente el Borussia en la final de la DFB Pokal.
Foto portada: FC Bayern
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