Sandoval debuta poniendo fin a 13 partidos sin ganar
En Fuenlabrada tuvimos una tarde de reencuentros. Por una parte, la vuelta del fútbol al estadio Fernando Torres, por la otra, el regreso a los banquillos de José Ramón Sandoval tras la destitución de ‘Meré’ Hermoso. Y es que el partido se jugó bajo el contexto de dos dinámicas totalmente opuestas. El Tenerife llegaba con una buena inercia de resultados pero fue el Fuenlabrada quien venció 1-0 en el partido correspondiente a la jornada 32 de LaLiga SmartBank y consiguió poner fin a una racha de 13 encuentros sin conocer el triunfo.
CF Fuenlabrada 1-0 CD Tenerife
Desde el primer momento se pudo intuir un partido igualado entre dos conjuntos que compartían 39 puntos en la clasificación antes del pitido inicial. Sandoval debutó con un 1-4-3-3 reforzando el mediocampo con tres jugadores físicos para ahogar a un Tenerife que salió al terreno de juego con un clásico esquema 1-4-4-2.
En los primeros minutos de partido quedó claro el planteamiento del equipo local: Juego directo hacia el delantero Sekou Gassama, intentando que tanto extremos como interiores aprovecharan las segundas jugadas y además, especial atención en la presión a Luis Milla en la salida para que no pudiera girar y organizar al equipo.
En el minuto 9 el lateral izquierdo de los locales, Glauder, probó suerte con un disparo lejano que no encontró portería. Pocas ocasiones más pudimos ver hasta los minutos finales del primer tiempo. El Tenerife tenía más dominio del balón pero sin crear peligro. El jugador más participativo era Nahuel Leiva, aunque sin demasiado acierto en la toma de decisiones, lo que supuso que la mayoría de jugadas por banda izquierda se perdieran en la nada.
Rozando la media parte, el equipo canario tuvo la mejor ocasión después de que Dani Gómez hiciera una buena jugada dentro del área y su disparo fuera desviado por el defensor al lateral de la red.
El único gol del partido llegó en el minuto 45. Cuando algunos pensaban que la primera parte era historia, el Fuenlabrada logró la machada endosando un duro golpe psicológico a su rival. Balón rifado que peinó Nteka al pico del área grande, donde Gassama, con una sangre fría que ni las altas temperaturas pudieron calentar, sentó a su defensor con un amago, protegió el balón y batió a Ortolá por su lado izquierdo.
La solidez del Fuenlabrada valió para no sufrir
La segunda parte tuvo un nombre propio: Pathé Ciss. El medio centro defensivo del Fuenlabrada estuvo brillante sosteniendo a su equipo y recuperando innumerables balones. Era lógico creer que en los segundos 45 minutos el Tenerife se haría con el control del partido y antes o después llegarían las ocasiones. Pero no fue así. El conjunto madrileño no solo no reculó sino que logró mantener la presión alta que tan bien estaba funcionando y acumuló a sus hombres fuertes en medio, haciendo un bloque compacto comandado por las recuperaciones de Pathé Ciss. El senegalés estuvo omnipresente ganando duelos aéreos, despejando centros laterales y anticipándose a todo balón que pasaba por su lado.
Cuando apareció el cansancio, los errores comenzaban a ser notables y los cambios de Rubén Baraja no habían logrado suponer un soplo de aire fresco, solo Luis Milla parecía poder ofrecer algo diferente. El mediocentro se ofrecía constantemente y en el minuto 82 dejó una gran jugada arrancando en campo propio y superando a tres jugadores locales en una larga y potente conducción que finalizó de forma precipitada con un disparo que se fue muy desviado. Poco más a destacar en un partido donde las oportunidades de gol brillaron por su ausencia.
Consecuencias en la clasificación
Con este resultado, el Fuenlabrada, de la mano de Sandoval, consigue volver a la senda de la victoria y el objetivo de la permanencia está cada vez más cerca. Por su parte, el Tenerife queda cuatro puntos por encima del descenso a falta de que se jueguen el resto de partidos.
Foto de portada: @CFuenlabradaSAD
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