Golpe sobre la mesa de los diablos rojos en Austria
Los diablos rojos se llevaron la victoria frente el LASK por 0-5, poniendo así la eliminatoria muy de cara para los de Ole Solskjaer. Partido sin alma por parte de los austriacos donde los ingleses pusieron la pasión en un estadio vacío debido a las restricciones de la UEFA por el COVID-19.
LASK Linz 0 -5 Manchester United FC
Fría atmosfera en el Linzer Stadion
El duelo histórico entre LASK y Manchester United empezó descafeinado y es que la UEFA ya había decretado la suspensión de los partidos entre Sevilla vs Roma y Getafe vs Inter. El estadio vacío y sombrío avecinaba una tarde fría para los locales. Los hombres de Valérien Ismäel salieron con 1-3-5-2 con la gran amenaza del artillero Klauss y su poderío aéreo. Asimismo, el United salió con 1-4-2-3-1 con la baja de Anthony Martial por lesión y con Ighalo en punta de ataque.
La contienda despegó con un juego frío y afligido por sendos equipos. Tras el avance de los 10 minutos ninguno de los dos equipos tuvo ninguna ocasión clara. Los locales, sin el aliento de su público, no consiguieron meterse en el partido. Los ingleses conectaron al partido cuando el ‘18’ de los diablos rojos quiso. La clase que atesora el índole portugués cambió la dinámica del match hasta poner punto y final en el encuentro.
Manejo de los reds devils
En los 15 primeros minutos no sucedió nada. En el minuto 17 Bruno Fernandes recuperó e hizo un pase solo apto para los magos. Se inventó un envío que se coló entre las piernas del defensor del LASK. Luke Shaw se internó por banda y centró. El meta austriaco no pudo despejar a su merced y el esférico acabó en los pies del Juan Mata. El español no pudo ultimar con comodidad y el zaguero del LASK despejó a córner. Los locales solo se podían acercar al “chiquito” Romero a balón parado y con balón largo. No obstante, delante se encontraban con una rocosa defensa liderada por el capitán Maguire y blindada por Eric Bailly. La música la ponía el fenómeno portugués, que acaparaba el juego ofensivo de los diablos rojos.
El conjunto de la elástica negra en el día de hoy empezaba a carburar. Fred daba el equilibrio en la medular. Mata se asociaba con el ‘18’. Daniel James empezaba a aparecer y el United empezaba a trazar diferencias gracias a su armónico juego. Los austriacos mantenían su vigor defensivo sin descomponerse y trataban de resistir las embestidas de los hombres de Solskjaer. Los diablos rojos sin apenas problemas buscaban con empeño el primer tanto. Dicen que quien la sigue la consigue, dicho y hecho. En el minuto 28 del lance, Ighalo logró quebrantar el marcador. Bruno Fernandes pudo conectar con el ariete nigeriano, que se sacó un soberbio latigazo que el arquero local solo pudo atisbar como se colaba en su portería tras tocar en el larguero. Tras el ímpetu y tesón, los ingleses encontraron su recompensa con un Bruno Fernandes muy activo en la sala de máquinas.
Un LASK demasiado tímido
El conjunto local no se encontró en el césped en ningún momento. La falta de público les jugó una mala pasada. No tuvo el dominio en ningún momento y buscaban, insistentemente, balón largo al gigante Klauss, que intentaba bajarlas y dar juego de cara. El balón parado era su única baza. Una falta ejecutada gracias a la pizarra que faltó culminarla y un saque de banda fue lo más relevante. La más clara la tuvo el extremo austriaco Frieser. En el minuto 40, pudo controlar un balón dentro del área, pero que tocó en el central marfileño y se escapó por la línea de fondo. Poco más que añadir para los austriacos, que se fueron al descanso con un juego muy falto y parvo.
Jaque mate de los demonios rojos
La segunda parte fue un auténtico vendaval, de principio a fin. Los locales solo hicieron un tímido rasguño a la muralla visitante. En el 57′ el galés James culminó una gran jugada individual donde recortó y definió desde fuera del área con un chut raso y seco que nada pudo hacer Schlager. El partido avanzaba flemático para los visitantes. En el 63’ Ighalo estalló el esférico a la base del poste tras una demostración de potencia y fuerza. El asedio era constante y las ocasiones no cesaban. Sin embargo, hasta el 82’ no se pudo establecer el 0-3 en el marcador, obra de Juan Mata tras un excelso pase teledirigido de Fred.
La goleada aún no había terminado y Greenwood se quería sumar a la fiesta tras ingresar al campo por Ighalo. En el 91’ recogió una suculenta asistencia de Chong, que golpeó de forma inapelable para el meta y tocó en los dos palos antes de meterse en el fondo de las mallas. El jaque mate lo jugó el brasileño Pereira en el 93’ con un disparo desde muy lejos con mucha fe, donde Schlager pudo hacer mucho más. El partido terminó y el primer envite se lo llevaron los diablos rojos. La superioridad aplastante de los ingleses deja la eliminatoria prácticamente resulta y deja para Old Trafford un trance para seguir avanzando en la competición.
Foto portada: @EuropaLegue
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