El minuto 93 evitó un milagro del Dépor en Riazor
Riazor acogió el partido correspondiente a la jornada 34 de LaLiga SmartBank que enfrentaba a Deportivo de La Coruña y Rayo Vallecano. Era una fecha marcada en el calendario de ambos equipos ya que la victoria los acercaba a lograr sus objetivos. Por un lado, salir de la zona de descenso para todo un histórico como el Dépor, por el otro, alcanzar los puestos de play off de ascenso para los de Paco Jémez. El partido finalmente terminó 3-3 tras una segunda mitad totalmente loca.
RC Deportivo 3 – 3 Rayo Vallecano
Cada semana que pasa son más partidos jugados, más minutos en las piernas y más desgaste acumulado. Gran prueba de ello la tuvimos en los onces que presentaron tanto Fernado Vázquez como Paco Jémez, con seis cambios cada uno respecto a la alineación que presentaron en la jornada anterior.
En el Dépor vimos como la, a veces usada, defensa de cinco mutó a una línea de cuatro defensores y con jugadores importantes como Çolak o Shibasaki esperando en el banquillo.
Jémez alineó a Juan Villar en la delantera, y ¿cuál es la mejor forma de decirle a tu entrenador que no se ha equivocado? No hay duda: anotando gol. Pero no un gol cualquiera. Villar anotó a los 30 segundos uno de los goles más tempraneros que hayamos visto en la división de plata en los últimos tiempos y permitió al Rayo, que ya venía con una buena inercia de juego y resultados, entrar con el mejor pie posible al encuentro.
El equipo franjirrojo estuvo muy cómodo tras el gol, llegando con facilidad a campo contrario ante una estéril presión deportivista. Ante esta situación, los laterales del Rayo se instalaron en campo rival, siendo muy ofensivos y amenazando constantemente. El doble pivote, Mario Suárez y Óscar Valentín, facilitaban que se diera este escenario, haciendo perfectamente las coberturas cuando su equipo perdía el balón.
Parecía que solo habían salido al campo los visitantes y lo normal era ver el segundo antes que un posible empate. Así fue. En el minuto 20 un centro sin excesivo peligro desde banda izquierda originó el que sería uno de los errores de la jornada. Mollejo cedió el balón a su portero con el pecho intentado finiquitar la jugada pero, nuevamente, Juan Villar fue el más listo de la clase y leyó a la perfección las intenciones del jugador cedido por el Atlético de Madrid. Toquecito con la puntera antes de que recibiera la pelota Dani Giménez de su compañero. Gol. 2-0 y parecía que los gallegos se hundían.
En la segunda parte se produjo la resurrección del Dépor
Fernando Vázquez, nada contento con lo que había visto en la primera mitad, revolucionó al equipo con tres cambios en el intermedio. Quería una reacción en su equipo y vaya si lo consiguió. Las sustituciones dieron vida a un equipo casi muerto que comenzó a jugar. Y cuando los futbolistas del Dépor juegan como saben, es sinónimo de peligro. Minuto 50, gol del recién ingresado Christian Santos. Balón al segundo palo que el delantero venezolano cabeceó – su especialidad – al fondo de la red. Dos minutos después, otro gol. De un muy mal primer tiempo a empatar en dos minutos. Mollejo, que se mostró bastante frustrado durante la primera mitad, sobre todo, por su fallo en el segundo gol del Rayo, se redimió anotando el tanto que ponía las tablas en el marcador tras adelantarse a su marcador en el primer poste. Celebración de rabia contenida la del joven jugador español.
Un penalti interminable, una lesión y el desenlace más cruel
Si ya estábamos viviendo un guion inesperado en la segunda mitad, se terminó por enrevesar en los minutos finales del encuentro. Era el minuto 86 cuando un cabezazo, nuevamente, de Christian Santos tocó en el brazo de un Martín Pascual que se encontraba de espaldas al balón. Tras unos minutos de incertidumbre y tras revisarlo en el monitor, el colegiado decretó la pena máxima. No iba a quedar todo aquí. El lanzamiento de Aketxe lo iba a desviar Dimitrievski hacia el larguero. Cuando los visitantes lanzaban la contra, el árbitro volvió a detener el partido. El VAR había advertido algo. El arquero del Rayo se adelantó y por tanto, había que repetir. Mientras todos se centraban en recriminar la decisión arbitral, el defensa de los locales, Peru, tuvo que salir en camilla tras una mala caída en la secuencia entre penaltis. Aketxe, mientras, estaba pensando la dirección que le iba a dar a su segundo lanzamiento. Y el jugador vasco falla una vez, pero no dos. Golazo por la escuadra que limpió las telarañas de la red.
Pero esperen, aún hay más. El Dépor se veía victorioso tras su milagrosa segunda mitad. Habían hecho todo lo necesario para ganar el partido en los segundos 45 minutos. Pero el fútbol, a veces, nos ofrece este tipo de desenlaces. Crueles para unos y felices -no del todo para el equipo de la franja- para otros. Penalti en el minuto 93 a favor de los madrileños. Mario Suárez al lanzamiento. Gol. Final del encuentro. 3-3. Ni al Rayo le vale para el playoff ni al Depor para la salvación.
Foto de portada: @RayoVallecano
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