Cabalgata de los Reyes ibicencos en Can Misses
Memorable encuentro el vivido la noche de Reyes en Can Misses. El conjunto ibicenco consiguió el pase a los dieciseisavos de final de la Copa del Rey tras derrotar de forma contundente al Celta de Vigo por 5-2. No se apreció la diferencia de categoría entre ambas escuadras, y el electrónico de Can Misses registró un marcador histórico en la que posiblemente haya sido la mejor actuación de un equipo de fútbol en la historia de la isla.
UD Ibiza 5-2 Celta de Vigo
Si la temporada en Liga de los hombres de Juan Carlos Carcedo estaba siendo de sobresaliente, la actuación en Copa del Rey supone la guinda a un proyecto que no para de crecer y que, en palabras de uno de sus jugadores más importantes, Javi Lara y no parará hasta llegar al fútbol profesional.
Los celestes saltaron al verde de Can Misses con su alineación de gala, ese 4-2-3-1 que tan buen resultado está dando en la categoría de bronce. Por su parte, el conjunto vigués, con las bajas por lesión de Aspas y Nolito, presentó un once plagado de jugadores menos habituales y alguno de sus jugadores del filial, pero, al fin y al cabo, una alineación de plenas garantías para afrontar un encuentro frente a un rival en teoría inferior.
La primera media hora de juego fue apoteósica: La UD Ibiza pasó por encima del conjunto vigués como una apisonadora, y el 3-0 que se proyectaba el marcador no era más que el reflejo de lo que estaba viendo sobre el césped. Transiciones rápidas tras robo de balón, llegada por bandas, movimientos constantes de la pareja atacante Davo-Castel… no dieron opción al Celta, que se vio desbordado ante el vendaval ibicenco.
A los 12 minutos, un centro medido desde línea de fondo del lateral y capitán Fran Grima fue cabeceado de forma magistral por Sergio Castel, quien abría el marcador para los locales. Poco antes de la media hora, llegó el clímax al municipal ibicenco, con dos goles en sendos minutos consecutivos. Castel conseguía el 2-0 y su doblete particular tras una gran jugada individual a pase de Davo, quien también asistiría al alcarreño Javi Pérez para que enganchara una preciosa volea inapelable para Iván Villar.
El tardío despertar vigués
El inicio de la segunda mitad supuso un mayor dominio vigués, aunque las contras celestes eran cada vez más peligrosas ante los espacios que dejaba el equipo del Chacho Coudet. De esta manera, en el minuto 61, llegaría el cuarto del Ibiza, tras un penalti cometido por el derribo de Fontán a Kike López. Manu Molina, uno de los jugadores más importantes de la Udé esta temporada, transformó con maestría a lo panenka desde los once metros.
Coudet hizo cambios y el Celta fue encerrando al equipo ibicenco. Se empezaron a suceder las ocasiones del cuadro gallego, llegando a materializar Santi Mina el 4-1 en el minuto 78 tras un cabezazo. Jordan Holsgrove, jugador del Celta B, marcó el 4-2 tras una preciosa volea desde fuera del área en el minuto 86. Parecía una quimera, pero la afición de Can Misses comenzaba a preocuparse, ante un rival volcado y generando peligro. El escalofrío se hizo patente cuando en el minuto 89, Martínez Munuera señaló penalti tras un agarrón de Pardo a Santi Mina. El lanzamiento desde el punto fatídico fue repelido por Germán, quien se erigía en salvador del conjunto local.
Ya a la desesperada y con espacios llegaría el quinto gol de la sentencia por parte del ariete Ángel Rodado, quien se estrenaba esta temporada. No habría tiempo para más y se consumaba la primera sorpresa ante un rival de la 1ª División. La UD Ibiza espera de nuevo rival en el sorteo del próximo viernes.
Foto de portada: UD Ibiza