Marcos Llorente: Del que todos hablan
Un dicho popular es que «en la vida hay que pasar de puntillas», pasar desapercibido y sin llamar la atención. Esta frase tiene mucho sentido, ya que es tu trabajo el que debe hablar por ti. Los grandes soñadores siempre han trabajado y han sido cautelosos, para que, en el momento que tienes la oportunidad de demostrar lo que vales, cumplas y además de sentirte bien con tu trabajo, las demás personas que te rodean te reconozcan y valoren ese trabajo bien hecho. En muchas ocasiones no se trata de mostrar todas las virtudes que a tu parecer te hacen a ti grande, sino más bien reunir el valor de observarte desde fuera y ver que tienes otras muchas capacidades por las que puedes aportar a tu trabajo.
El fútbol es el reflejo de la vida misma y en numerosas ocasiones, nos ha dado el caso de jugadores que han ‘explotado’ en facetas diferentes a las que se les encerraba. En la actualidad, se trata del caso de Marcos Llorente en el Atlético de Madrid.
Anfield: El inicio
Tras casi cuatro meses, todos tenemos en la cabeza el partido de octavos de final entre el Atlético de Madrid y el Liverpool que se decantó hacia el bando colchonero, aunque la afición rojiblanca aún más presente. Marcos obtuvo la confianza necesaria del Cholo Simeone para demostrar que, a pesar de haber jugado toda su vida en el centro del campo, tiene alma de delantero. Relevó en el 56′ a Diego Costa, sembrando dudas para los que no creían en él ni en el entrenador argentino. Dos goles y una asistencia después, Marcos salía a hombros de la ciudad de Liverpool.
El jugador madrileño demostró que es un jugador con unas condiciones físicas increíbles, trabaja muy bien de espaldas a la portería y posee un gran golpeó y remate de balón y además, tiene gol.
Con el regreso del fútbol, vuelve el mejor Marcos
Muchos pensaban que el ‘hype’ de Marcos Llorente iba a llegar a su fin, que solo fue un buen una buena noche o que el ‘espíritu cholista’ influyó más que el partido del 14. Se equivocaban. Marcos se puso el mono de trabajo como había estado haciendo en la sombra los meses anteriores al partido frente al Liverpool y no decepcionó. Contra el Athletic Club, vimos a un Llorente agresivo, con ganas de comerse el campo y aprentando la salida de balón del equipo contrario. El reinicio liguero no fue de lo mejor para los del Cholo, pero pudimos ver detalles de Marcos Llorente, como su visión de juego, su voracidad y su remate.
El culmen llegó en El Sadar. A pesar de no salir en el once inicial, Marcos Llorente dio una exhibición en tierras navarras. Entró en el 63′, jugando por detrás de Álvaro Morata. Y en el 79′ marcó el tercer tanto del conjunto digno del propio Robert Lewandoski. Recibió dentro del área, cuerpeó con la zaga de Osasuna y con un disparo raso-seco batió a Rubén. En el cuarto gol asistió a Morata, tras recibir en tres cuartos de cancha y filtrar un balón a las mil maravillas para el delantero. Finalmente, en el último acompañó a la presión y cedió a Carrasco el gol que significaba la manita colchonera.
Simeone comentó en Goal España, «Marcos en su vida imaginó jugar de delantero, pero viéndolo entrenar, sus condiciones técnicas y físicas y sus remates despertó la opción (…) cuando los jugadores transmiten herramientas, los entrenadores debemos estar atentos y aprovecharlo. Vimos que hacía goles, goles y goles entrenando y tratamos de aprovecharlo».
¿Es Marcos Llorente lo que necesitaba Atleti?
Ayer frente al conjunto de Paco López en La Nucía vimos a una de las mejores versiones del conjunto rojiblanco en los primeros 45 minutos, obviamente con Marcos en el verde. El equipo colchonero salió con mordiente y desplegando un fútbol total dejando atónitos a sus seguidores y a los aficionados al fútbol. Y por inadvertido no iba a pasar Llorente. 14 minutos necesitó para sacarse un control exquisito, a pase de Arias, para zafarse de dos defensas y ceder a Diego Costa para adelantar al Atleti, tras un rebote en la pierna de Bruno.
El madrileño estaba dando profundidad a los rojiblancos siendo el jugador más desequilibrante del partido y el que más ocasiones generaba, uno de los motivos que muchos periodistas, aficionados y medios achacaban que le faltaba al equipo de Diego Pablo Simeone. Salió del terreno de juego en 59′ y el conjunto colchonero dejó de crear peligro y dio un paso atrás. Parece que el 14 es lo que el equipo rojiblanco necesitaba, un jugador con remate, visión de juego, pase, saber interpretar el juego y, sobre todo, con ganas de comerse el campo. Ese es el bueno de Marcos Llorente: del que todos hablan.
Foto de portada: Atlético de Madrid
Redactor y Responsable de Contenidos de AreaDePenalti.
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